Emili Ametller
Partiendo del hecho lapidario que un objeto plástico basa sus características fundamentales de su desarrollo en el espacio, podríamos decir que en la pintura que nos propone Emili Ametller, el discurso pasa a ser el protagonista de la forma y esta desaparece para convertirse en el contenido de su contexto, de forma que la misma pared donde se encuentra ubicado el cuadro, se configura como un passepartout. Este aspecto binario no hace más que dilatar un marco que pasará a ser virtual, en el cual la pintura y el espectador quedan atrapados para integrarse en la misma obra.
Raimon Cugulera (crítico de arte)